En el contexto de EDaulaBLOG-Oviedo, evento ideado como un espacio para hablar de educación, innovación, arte y creatividad recogemos el programa y de entre todas las experiencias queremos resaltar algunas palabras expresadas por Siro López . Seguimos su trayectoria desde hace años, por su sensibilidad y por fijarse siempre en lo más pequeño, en lo frágil. Su ponencia se titulaba ‘La escuela un espacio de creación’ pero en realidad habló de la vida y de la actitud que podríamos tener ante ella. Merece la pena ‘perder’ los casi 30 minutos que dura (ver charla completa) Subrayo las siguientes afirmaciones:
‘A veces entro en las aulas y veo rostros que pienso que ni que fuese un campo de refugiados. (…) Un niño en un aula tiene menos espacio físico que un preso en su celda’
‘En los coles buscamos el orden pero no permitimos el desorden (…) ¿Y si recuperamos lo que verdaderamente somos? la belleza del aparente caos (…) Para crear necesitamos que algo se nos escape del control. (…) Desde lo incompleto, desde lo roto se crea y se es original porque ¿quién no se ha roto alguna vez? (…) Si no mezclas no acontece.’
‘¿Quién enseña a quién? ¿Quién ayuda a quien? Desde lo más pequeño y más frágil para que no perdamos el Sur y no el norte (que a ese ya lo perdimos hace mucho tiempo)’
‘En creatividad no todo vale, se necesita ética. No es suficiente el conocimiento, hace falta corazón.’
Transitamos por muchos centros educativos o quizás perdemos un poco la perspectiva si llevamos más de diez en solo uno; navegamos por redes sociales y nos manifestamos en ellas; como profesores todos los días nos enfrentamos a un grupo humano en pleno desarrollo, en ratos de ocio solemos charlar sobre educación. Criticamos el sistema y somos criticados por la sociedad; las administraciones educativas piensan más en el euro que en las personas; se crean leyes de educación cíclicamente que solo sirven para dejar claro al gobierno anterior de turno que no se salieron con la suya. Se nos bombardea con metodologías que parecen la solución a todos los problemas; peregrinamos por eventos organizados por ‘abanderados de la innovación’ en los que cada vez se demuestra más que, una cosa es lo que sucede de verdad en la mayor parte de las aulas y otra, las bonitas escenificaciones, palabras, experiencias… que nos entretienen y nos dan buenas ideas que en la verdad del aula nunca nos salen igual. Entidades que nada tienen que ver con la educación, sufren una repentina preocupación por ella y se disponen a conceder premios siguiendo las pautas del branding emocional hecho por sus asesores de marketing…
Es cierto que parece que hemos perdido el norte, porque como sociedad estamos en una crisis que no sabemos a dónde nos llevará, pero el verdadero peligro sin duda alguna, está en perder el sur porque, si lo hacemos, ya no tendremos remedio. Y quizás el primer paso más creativo para hacer frente a todo esto sea algo muy pequeño, silencioso y sencillo: menos ego y más corazón. Y el segundo: más ética. Si hacemos esa mezcla, puede que empiece a acontecer algo diferente. Se lo debemos a nuestros alumnos, a nuestra profesionalidad y a la sociedad. Siempre viene bien que alguien nos lo recuerde. Gracias Siro.