EL BOSQUE DE LOS ANIMALES INVISIBLES

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Foto: Marian Calvo

El bosque de los animales invisibles es un cuento para Garbiñe y el alumnado del aula estable de Eskurtze contra el abandono de plantas y animales exóticos.

 junio 2024

El lunes por la tarde fuimos a un bosque cercano a dar un paseo. Como era un día de labor, no había casi nadie y las pocas personas que allí estaban no hacían mucho ruido. Durante los fines de semana, por el contrario, ese lugar se convierte en un área recreativa y se llena de familias que cocinan en las barbacoas, comen en las mesas de madera y se divierten. 

Empezamos el paseo.  En un momento cualquiera, vi correr un cervatillo entre las hierbas algo altas. Daba saltos cortos.

-Mira, mira, un ciervo -dije señalando- pero para cuando lo había dicho, ya sólo se veían los troncos de unos árboles. 

El camino es redondo y rodea un lago no muy grande de color verde. Allí viven tres patos. Los tres nadaban lentamente a la par de nuestros pasos vigilando todos nuestros movimientos.

-Mira, mira, una libélula con la cabeza roja -dije señalando- pero para cuando lo había dicho, ya sólo se veían las piedrecillas del camino. 

Dimos unos pasos más y un lagarto verde esmeralda y ojos muy negros cruzó el camino a toda prisa.

-Mira, mira, un lagarto verde -dije señalando- pero para cuando lo había dicho, ya sólo se veían las hierbas largas de la orilla del lago.

-Mira, mira, un pez gigante -dije señalando- pero para cuando lo había dicho, ya sólo se veían raíces sumergidas. 

Como sólo yo veía los animales, decidí callarme, pero no pude hacerlo porque vi dos tortugas de agua gigantes sobre un tronco.

-Mira, mira, dos tortugas enormes -dije señalando-. Allí estaban al sol y no se escondieron. Junto a ellas, había unas seis tortugas de agua más pequeñas saltando y nadando. Los patos llegaron y observaron. En ese momento, las tortugas se pararon y parecían piedras.

El camino se acabó y cerca del aparcamiento había plantas de macetas, pero de un tamaño grandísimo. Entonces, me di cuenta. La gente abandonaba animales y plantas en ese bosque y ellos decidían hacerse invisibles.

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